miércoles, 5 de agosto de 2009

En la mediodía mi madre me llamo para comer una sopa de pollo la cual me dio asco por lo que preferí pedir una pizza e hizo que se enfadara, después de que llego decidí llamar July.

- En donde te habías metido, estaba preocupada por ti.
- Créeme, no importa.- conteste, para que decir sobre mi cita con Estefan si fue algo tan decepcionante.
- Bueno. Solo te quería decir que los chicos llamaron tenemos que ir al bar esta noche.
- Que? No tengo ganas July.
- Anda! Quiero ver a Estefan, tal vez esta sea mi última oportunidad.
- A que te refieres?
- Sabias que Estefan y Alice son hermanos? Como sea, dijieron algo de regresar a sus hogares, no entendí bien pero dijo que era como una despedida.- decía July mientras mi corazón se rompía en miles de pedazos, se iba Estefan se iba! Pero porque no me dijo nada, para que salir conmigo solo para hablar y luego irse! No tenia mucho sentido pero tal vez para el si. Enamorarme para después ver mi cara de decepción al saber que se iba y reírse con su hermana.
- Carol! Me escuchas?
- Si.
- Esta bien, llega a mi casa a las 8 para irnos juntas al bar.
- Si.- conteste sin pensarlo y para cuando reaccione…
- Te veo aquí.- dijo al instante y colgó.

Ahora que haría, no quería volver a ver a Estefan…al menos este seria nuestro adiós. Esa tarde busque algo atrevido para usar por la noche, tal vez por esa razón no le gustaba, quería a alguien atrevida y dispuesta a todo con el. Aunque yo no lo fuera, esta seria mi primera y ultima vez como chica mala solo para su despedida. Pero lo que no entendía era porque comportarse tan lindo conmigo para después irse, solo quería reírse de mi. Después de ver a Lady Gaga en TV una chica loca y atrevida busque algo que ella usaría, pero en negro. Un vestido cortó negro, de cuero strapple y ajustado era el indicado. Salí de mi habitación tratando de que mi madre no me viera…

- A donde vas vestida así Carol!- me reprendió mi madre en la sala tomando una taza de café.
- A una fiesta con July- conteste con mi bolso en la mano.
- A que hora llegaras? Ayer por la noche también saliste, no?
- Si. Pero esta vez no ce a que hora regrese, tal vez no llegué.
- Que!- grito furiosa mi madre.
- Tal vez sea lo mejor- conteste y salí de mi casa.

Camine hacia la casa de July y después de tocar el timbre durante 5 minutos, se digno a abrirme.

- Carol! Te ves tan sexy!- grito con una sonrisa y su labial negro en la mano.
- Gracias, tu igual- conteste al verla con una falda negra y corsé.
- Dijiste que era una despedida no, al menos hay que disfrutar.
- Claro!- contesto levantando su falda aun mas y salimos de su casa para tomar un taxi.

Al llegar había una larga fila pero July se dirigió a la entrada con el mismo hombre que nos dejo entrar la otra vez.

- Nos están esperando- dijo July al hombre con superioridad.
- Adelante-respondió dejándonos entrar.
- Porque hiciste eso?
- Alice me dijo que lo hiciera- contesto mientras entrábamos al bar.
- Carol! July!- llamaron Jen, Luisa, Constanza y Luís.
- Hey chicos! Donde esta Alice y Estefan.- pregunto July.
- Fueron por unas bebidas- contestaron sobre lo alto de la música. Después buscamos un lugar donde sentarnos y llego Alice junto con Estefan y las bebidas.
- Como están chicas!-saludo Alice repartiendo bebidas.
- Es cierto que se van?-pregunto July.
- Si- contesto con una excitante sonrisa Estefan. Que demonios le pasaba!
- Y la mía?- pregunte mientras todos recibían algo y yo no.
- Toma la mía- ofreció Estefan, le dio un pequeño sorbo y después me la entrego. Tome rápidamente y no note ningún sabor desagradable.
- Vamos a bailar!- grite tomando la mano de Estafan.
- Carol!- escuche reclamar a July pero la ignore. Estefan y yo nos acercamos a la pista y después llegaron junto a nosotros Constanza y Luís junto con Jen y otro chico. Estefan coloco sus manos sobre mi cintura y pego su cuerpo junto al mió. Sin decir palabra y al ritmo de la música nuestros rostros se fueron acercando mas y mas hasta posar los labios de Estefan sobre los míos. Sus labios dulces, tibios acompasados sobre los míos incluso moviéndose al ritmo de la música. Sus manos sujetadas de mi cintura, fueron subiendo y bajando, caricias rápidas y fogosas empezaron a encender mi alma, que ni el calor que había sentido esa mañana tenia comparación con lo que sentía ahora. Sus labios fueron bajando hasta mi cuello y su lengua saboreaba mi ardiente piel. Sus manos tocaban desesperadamente mi cuerpo en busca de algo mas y las mías sujetaban su rostro queriendo tocar también algo mas. Mi plan había funcionado o tal vez yo había caído en mi propia trampa. Con sus labios sobre mi cuello bajando mas hasta mis pechos y luego subiendo hasta llegar a mis labios y entonces ahí Estefan paro.
- Por siempre- susurraba sobre mi cuello, podía sentir su respiración algo agitada.
- De que hablas?- pregunte recordando mi sueño.
- Por siempre.
- Aaaah!

De pronto la música paro y escalofriantes gritos se empezaron a escuchar, mientras tanto la mirada de Estefan penetraba la mía y solo las ansias de tenerlo junto a mi se hacían cada vez mas desesperadas. Sus labios se acercaron una vez a mi, posándolos suavemente sobre los míos e inmediatamente se alejo, su boca ahora abierta revelaba un par de colmillos afilados dirigiéndose peligrosamente a mi cuello, clavándolos dolorosamente, gemí de dolor. Estefan se alejo y su boca cubierta de mi sangre, reclamaba mi alma.

- Carol, Carol…-llamaba una y otra vez mientras bebía de mi sangre, gota a gota, sentía como mi cuerpo se vaciaba de sangre y como mi corazón paraba de latir. Un gran dolor sentía en mi ya muerto corazón, mi cuerpo ardía y sentía punzadas por todo el cuerpo, era como si corrieran miles de agujas por mis venas, de pronto el calor desapareció y sentía un espantoso frió, podía distinguir algunas siluetas hasta que mis ojos se fueron cerrando y perdí la razón.

Unos instantes después empecé a recobrar el sentido pero me sentía aun marida.
Me encontraba recostada sobre un sillón a mitad de la pista y todo a mí alrededor estaba algo oscuro pero la luz poco a poco fue llegando a mi vista y pude observar un espeluznante lugar, había cadáveres a mi alrededor y unos estaban mordiendo a otros gimiendo de dolor. Y en ese momento lo único en que podía pensar era en July!

- July! July!- empecé a gritar tratando de levantarme pero era imposible, me sentía muy mareada.
- Carol- empecé a escuchar su voz débilmente.
- July!- grite desesperada, de pronto July salio debajo de una mesa con el rostro lleno de lagrimas y corrió a mi lado.
- Carol! Que sucede! Aaaah!- grito al verme.
- July! Que te pasa!- grite poniéndome de pie.
- Sangre! Tienes sangre en el cuello! Tus ojos…- gritaba alejándose de mí. Con mi mano toque mi cuello que tenia sangre incluso en la ropa y entonces a mi mente llegaron las imágenes. Estefan bebiendo mi sangre y vampiros matando a los chicos del bar.
- Aaaah!- July gritaba como loca y de pronto como un rayo Estefan sujeto a July y la arrojo fuertemente a una mesa perdiendo el sentido.
- Estefan! Que sucede!
- Oh Carol! Al fin! Estaremos juntos por siempre!-decía acercándose a mi.
- No! Que…que sucede!
- Al fin Carol, después de tanto tiempo me perteneces y ahora tú debes beber mi sangre.
- Que?- de pronto sus colmillos saltaron a la vista y mordió su muñeca.
- Carol debes beber mi sangre, así estaremos juntos por la eternidad.
- Que! Juntos!? De que hablas! No aléjate!- gritaba mientras Estafan ponía su muñeca en mi boca, rápidamente un dulce olor llego hasta mi garganta, que se sentía caliente y seca.
- Bebe Carol, bebe- me alentaba Estafan. Dentro de mi sentía miedo pero el dolor era mas grande y sin pensarlo tome su muñeca y empecé a beber desesperadamente, miraba a Estefan que con una sonrisa disfrutaba al verme beber su sangre y entonces me empecé a sentir diferente, podía sentir su pasión, lujuria y miles de cosas mas. Imágenes rápidamente llegaban a mi mente rebelándome…a mi, durmiendo sobre mi cama y Estefan observándome en mi casa, en la escuela, con July, en el parque o escribiendo en mi laptop, sentía deseo, y una tremenda sed pero además podía escuchar sus pensamientos…

- Mía, eres mía para siempre, arrancare de tu alma todo sentimiento mundano que pueda limitar tu existencia, solos tu yo para la eternidad. Tu piel y tu alma ahora son mías, para siempre. Puedes sentirlo Carol, me amas y te amo…

- Nooo!-grite soltando su muñeca y alejándome pero lo sentía, su deseo y su pasión ahora también era mías. Mi alma, ya no me pertenecía ahora era de Estefan, por la eternidad. Mis manos las sentía heladas, debajo de la sangre de Estefan podía observar una palidez.

- No! No! No! Estoy…estoy…-gritaba mientras me daba cuenta de que…estaba muerta.

- Eres mía Carol! Para la eternidad, tu y yo juntos! Eres inmortal! Te arrebate tu vacía humanidad y te di el mejor regalo, lo que siempre deseaste la inmortalidad, ahora eres como yo, eres vampiro! Y eres el ser mas hermoso en este mundo…

- No! Yo no te amo Estafan!

- No te engañes Carol, esto fue lo que siempre deseaste.

- No te quiero! Aléjate! Eres un monstruo!

- Que, que dices? Un monstruo? Eso piensas que soy! Yo que te amo mas que a nada en este mundo cruel! Hahahhaa, pero que digo, es verdad eso soy, yo te arrebate tu vida y te entregué la inmortalidad. Que ingenua fuiste al pensar que ser un vampiro era felicidad y amor, pero porque no lo sientes! Porque no me amas tanto como yo te amo a ti! Tu sangre Carol, fue la más dulce que eh probado en toda mi vida. Mira tus ojos, tan dulces ahora llenos de odio y dolor por mí. Pero algún día lo entenderás, fue lo mejor que te pudo haber pasado en la vida, eres tan bella, la mujer mas hermosa que eh visto en mi vida ahora convertida en una inmortal y pasaras tu inmortalidad a mi lado.

Yo solo miraba confundida a Estefan mientras escuchaba sus monstruosos pensamientos y una ira se apoderaba de mí.

- Porque no me amas! Porque! No me atormentes, porque me odias!. Puedo sentir tu ira, tu confusión y tu dolor. Pero que digo lo entenderás pronto y ahora podré tenerte, tocare tu piel, tu cabello, tus labios que tanto deseo.. Imagino tu belleza bajo la luz de la luna, perfecta. Siempre lo fuiste y ahora…no hay nada mas hermoso en este mundo mas que tu. Aunque tus ojos ahora están rojos, pronto pasaran a un bello color azul, tus labios rojos, llenos de pasión, la pasión que se que pronto me entregaras, a mi y solo a mi. Tu cabello negro y brillante, tu sonrisa, tu cuerpo...Carol! Como ansió poder tocarte y besarte. Ahora recuerdo esa noche, la primera vez que te vi. Primero percibí tu olor en aquel hermoso parque que no es mas basura a comparación de tu belleza, dulce es tu aroma. Sobre las plantas, en el aire y te seguí hasta tu casa, tu habitación. Mi alma atormentada llego hasta ti, en esa noche calurosa de verano hace un año. Buscando en la ciudad tu alma, pura e inocente. Tu ventana estaba abierta, hacia calor afuera y tu dormías casi desnuda, las delgadas cortinas se agitan con tímidos movimientos al ser golpeadas por el ligero viento creado al detener mi vuelo sobre tu ventana. Entre despacio para no despertarte. No quería interrumpir tus sueños...no por ahora. La luz de la luna proyectaba la sombra de mi espectral silueta que se desliza sobre tu cama conforme avanzaba. En silencio y con movimientos lentos y pausados retire los negros cabellos que cubren sugestivamente tu delicado cuello. Verte ahí dormida, ignorando totalmente lo que a tu alrededor se suscitaba. Ingenua y dulce hada de los sueños, no te das cuenta que te deseo, eres victima de tu propia inocencia, volviéndote inmune a toda malicia mas que esta es mi noche al fin te eh encontrado y no habrá nada ni nadie que interrumpa nuestro enigmático encuentro. Se que sueñas conmigo, aunque no sepas quien soy siempre deseaste este momento, es una lastima que ahora te encuentres en tu mundo de fantasía, pero eso no me preocupa, porque se que pronto estarás eternamente a mi lado. Solo tendrás que darme tu sangre y conocerás la inmortalidad. Puedo ver como tu delicada piel se eriza al sentir mis labios al recorrer tu hombro, dirigiéndome lentamente a la arteria que me abrirá la puerta de tus secretos, hundiré sutilmente mis afilados comillos para así devorar tus deseos, absorberé con desmedida lujuria cada palpitar de tu corazón hasta luego dejarlo inerte, seco, insensible de cualquier sufrimiento terrenal, ya no habrá temor, ni llanto, se acabaron para ti los desazones y cualquier dolor que mitigue tu existencia. Desde lo más profundo del cementerio de mi alma, se escuchan los débiles latidos de mi marchito corazón, buscando inútilmente escapar de la tumba que lo apresa. Puedo sentir tu sangre tibia recorrer por mis venas, ahora me perteneces, en cualquier momento llegara hasta el cementerio lleno de tristeza y decadencia para profanar la prisión de mis deseos, Me has dado tu vida...a cambio te daré la inmortalidad a mi lado.

- No! Calla! Basta! Nunca seré tuya!
- Porqué dices eso Carol- suscitaba Estefan.
- Deja de pensar! Calla!
- Pensar? Puedes…puedes leer mi mente!?
- Calla! Calla!- chillaba tirada en el piso, abrazando mis rodillas con mis brazos. Mi mente colapso, empecé a escuchar mas cosas, no solo a Estefan, sino a July, a las personas muriendo en el bar y la burla de los vampiros porque el plan de Estefan no estaba funcionado. Me desmaye.

Imágenes difusas venían a mi mente, llenando de dolor mi alma si es que aun existía. Me veía a mí, durmiendo placidamente sobre mi cama y Estefan observando esperando el momento de asesinarme para poder hacerme suya para siempre. Mitigando su dolor de no tenerme asesinando, bebiendo su sangre hasta saciar su dolor. Me amaba, en verdad me amaba. Era el mes de Marzo y mi mejor amiga Dalia, había muerto fue antes de que conociera a July. Lloraba sin parar en mi habitación hasta que finalmente me quede dormida y Estefan llego acariciaba mi hombro, consolando mi alma para que la mañana siguiente me pudiera sentir mejor y así fue. Recuerdos venían a mi mente, algo que siempre pensé que eran solo míos pero no, también le pertenecían a Estefan. Una semana después ella llegó a mi vida brindándome felicidad, July. Pero…no llego sola Estefan la trajo a mi. Le otorgo valor y confianza. Por esa razón July era tan hiperactiva, Estefan la había encantado con su hermosa mirada para acercarse a mi. Antes July no se hubiera atrevido a subir a una mesa a bailar pero el poder de Estefan si. Podía ver como July y yo poco a poco nos fuimos convirtiendo en las mejor amigas pero ahora el poder se Estefan se había ido pero nuestra amistad era tan fuerte que ni los poderes de un vampiro podían destruirlas, para Estefan era mejor que solo tuviera una amiga así no conocería mas personas para incluso enamorarme de un chico. Pero no fue así también llego el un chico tímido y tierno que me robo el corazón, Diego. La verdad ese nunca fue mi tipo de chico rubio, ojos color miel y delgado. Era tan gratificante ver por las mañanas aunque fuese a lo lejos a Diego, pero Estefan sabia que lo quería lo que hacia que lo odiase. Pero…que veía! Era Estefan en la habitación de Diego, susurrando mientras el dormía…

- Ódiala, despréciala porque ella es mía.

Y así fue todos los días Diego me miraba con odio, como si no fuera mas que basura. Por eso me miraba así, por eso nunca me hablo aunque el sabia que yo lo quería y Estefan disfrutaba mi dolor y por las noches me visitaba alegre porque yo seria suya por siempre. Y llego el momento, después de besarme en sueños al fin seria suya. Esa noche July y yo estábamos en el parque tomando las fotos. Veía su leve reflejo en mis ojos y poco a poco me iría enamorando de el, pero no era el poder de Estefan lo que me hacia desearlo, era el destino que el había modificado para poder estar juntos. Le complacía verme de cerca, incluso poder tocarme aunque sea solo un poco. Pero no se dio cuenta que el poder que le había otorgado a July lo traería problemas, ya que su valor la hizo tratar de conquistarla. Le gustaba verme celosa cuando bailaban o cuando le sonreía a las demás chicas. Sabia que el momento se acercaba, me convertiría en su amada para la eternidad. Y esa tarde era nuestra cita, había matado el doble para saciar su sed y no morderme. Yo miraba las fotografías y el estaba contento pero hambriento. Subimos al elevador y no pudo más…

- Carol no puedo mas! Como ansió poder besarte!- decía acariciando mi rostro, fue ahí cuando perdí la noción del tiempo y había despertado en el auto.
- Te amo tanto Carol.- besaba mi rostro con tal ternura que incluso logro conmoverme. Después la cena y me llevo a mi casa, no quiso besarme porque en una noche, solo en una mas y seria suya para siempre, gozo de mi decepción lo cual le hacia saber que lo deseaba. En la noche con mi ventana abierta el entro y paso la noche junto a mi…
- Solo unas horas mas y estaremos juntos por la eternidad.- besando mi cuello, tan desesperadamente que su lengua daño mi delicada piel, por eso había amanecido con rasguños y aunque su cuerpo era frió había encendido una llama de calor en mi cuerpo.

- Te amo, te amo- susurraba mientras acariciaba mi nuevo y pálido rostro.

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