lunes, 3 de agosto de 2009

A la mañana siguiente me levante temprano y me fui a buscar algo lindo que usar, mi cita era a las 6 por lo que suponía que no volveríamos al bar. Fui a una tienda de ropa gótica buscando algo adecuado para una cita con un chico tan perfecto como Estefan. Una falda gris con encaje, una simple playera de tirantes fue la elegida para combinar con mis botas. Llegué a mi casa e inmediatamente después de darme una ducha comencé a arreglarme. Trate de maquillarme de una forma un poco diferente para verme mejor, pero sin ningún logro.

- El timbre!- me grite a mi misma todavía en mi habitación, Estefan había llegado. Rápidamente corrí hacia la sala y le abrí la puerta.
- Buenas noches- saludo Estefan desde la entrada de mi casa. Esa tarde se veía perfecto como siempre con sus botas de combate, pantalón de cuero y una camisa blanca desabotonada que hacia lucir su perfecto cuerpo.
- Hola- salude pasmada ante su majestuosidad.
- Toma, te traje algo- dijo con una hermosa sonrisa sacando algo de su bolso, era tamarindo en forma de una rosa.
- Tamarindo!-grite sorprendida.
- No te gusta?- dijo apenado.
- Me encanta el tamarindo! Siempre soñé que alguien me regalaba tamarindo porque soy…-comencé a decir sin darme cuenta de que…
- Como sabias que soy alérgica a las rosas?
- Eres alérgica? Yo también, no me podía permitir traer rosas si soy alérgico y el chocolate…no lo soporto así que pensé que seria mejor el tamarindo, mi favorito.
- El mió igual!- conteste sorprendida ante tanta coincidencia
- Estas lista?-pregunto ofreciéndome su brazo y lo tome.
- Por supuesto- conteste de inmediato. Nos dirigimos a un lujoso auto y me abrió la puerta era un hermoso Acura TL color metálico http://www.acura.com/ExteriorColor.aspx?model=TL Después cerro la puerta e inmediatamente subió para luego arrancar, era el auto mas lujoso que había visto, me encantaba una vez lo vi en la calle y me enamore de el y ahora estaba en ese hermoso auto acompañada de un perfecto chico llamado Estefan.
- A donde vamos?- pregunte algo impaciente después de un par de segundos de silencio.
- Perdón pero…te dije lo especialmente hermosa que te ves hoy Carol.
- Que? Yo, gracias- conteste sonrojada.
- Tú también te ves muy guapo hoy- respondí. El se giro y me dedico una sonrisa de millón de dólares y volvió la vista al frente.
Después de un rato dio unas vueltas algo rápidas y se estaciono, no sabia en lo absoluto en donde me encontraba. Pero creo que mientras estuviera con Estefan todo estaría bien. Inmediatamente bajo del auto y abrió mi puerta.

- Gracias.
Respondí bajando y tomando su mano. Cero la puerta y entonces entramos a un viejo edificio de tres pisos, todo parecía abandonado, solo había una pequeña tienda en una esquina. Había un enorme pasillo y solo había una puerta al final de este, nos dirigimos hasta ahí tomados de la mano como niños pequeños y entramos a un elevador, después presiono el único botón y se empezó a mover. Los minutos empezaron a transcurrir y aun no llegábamos a ningún lado, si el edificio era de tres pisos porque tardábamos tanto?

- Estefan?
- Si?- pregunto con una enorme sonrisa. De pronto me quede congelada, no podía pensar ni moverme, solo quería estar con Estefan. Nos quedamos en silencio hasta que poco a poco el elevador abrió la puerta y bajamos. Era una enorme habitación oscura
- Bienvenida!-grito agitando las manos en el aire, de pronto las luces se encendieron y mi vista fue iluminada por una hermosa arte, no precisamente porque Estefan estuviera frente a mi sino porque la habitación estaba llena de hermosas fotografías de chicos góticos.
- Es hermoso!-grite como loca acercándome para ver las fotografías
- Esta es la galería de mi amiga Cony, es poco reconocida pero sin duda la mejor fotógrafa del mundo
- Ahmm…- inmediatamente mire a Estefan ya que entendí un doble sentido en sus palabras, yo era una pésima fotógrafa.
- Me refiero a que tu también podrías ser como ella, incluso mejor.-contesto con una mirada que me hacia confiar en el totalmente.
- Son hermosas- decía mirando las fotos, hermosas chicas bajo la luna, chicos guapos con alas de ángel negro, colmillos y mas cosas, eran las imágenes que siempre había tenido en mi mente, que siempre había querido ver en fotografías ya que siempre había vivido en el sueño de poder ser un vampiro.

Seguimos mirando las fotografías, eran poco más de 100 ángeles de la oscuridad que iluminaban mi vida y la hacían especial…

- Aun no tienes hambre?- pregunto Estefan recargado en una pared
- Que? Pues, si algo- conteste con mi vista sobre una fotografía de una chica saltando a un precipicio.
- Te gusta la comida china?
- Si- conteste girando para poder ver a Estefan.
- Vamos- dijo alentándome con una mirada y sonrisa perfecta. Solo asentí y tome su mano para avanzar suavemente hacia el elevador, era como si tomados de las manos pudiéramos volar, al mismo infierno tal vez pero juntos…

Mi mente queda como en un cementerio, donde solo se escuchaban los débiles sonidos de los búhos y los grillos y la vida se había ido para siempre.

- Creo que el hambre me acompleja- escuche decir casi inaudible después de unos minutos de paz y de pronto estaba en el auto de Estefan, cuando hace solo un instante estábamos en la galería.
- Que?- me dije a mi misma sacudiendo mi cabeza, no hallaba sentido en como pude haber llegado ahí.
- Ya casi llegamos- dijo una vez más con la vista al frente.

Después de unos instantes llegamos a un restaurante de comida china.
Era un lugar acogedor y había cojines para sentarse en el suelo.
Yo pedí un guisado que me encantaba y Estefan solo comió verduras. Mientras esperábamos nuestra comida empecé a sentir un bochorno…

- No crees que hace un poco de calor- decía con la voz entrecortada.
- Se te pasara- contesto Estefan.
- No me siento bien- decía en un suave suspiro, incluso había empezado a sudar.
- Estas agotada y necesitas comer, eso es todo- contesto quitando mi cabello algo humado del rostro. El mesero inmediatamente llego y Estefan pidió agua y después empecé a beber como desesperada
- Te sientes mejor?-pregunto dulcemente.
- Si, que extraño ni siquiera caminamos mucho.
- La ciudad es muy caliente en los meses de Julio.
- Cierto, el otoño se acerca. Me gusta el frió. Además mi cumpleaños es dentro de un mes.
- Cuando es tu cumpleaños?
- El 16 de Agosto.
- Cumplí 19 el 3 de Julio.
- De verdad tienes 19?- pregunte incrédula, pues se veía mucho mas pequeño.
- Si, creo que soy traga años.
- Espero verme igual cuando cumpla 19, apenas cumpliré…
- 17?- pregunto con una sonrisa picara.
- Si, se me nota?
- Pareces una quinceañera.- dijo riendo entre dientes.
- Si, antes pensaba que saldría chica de la universidad, pero ahora no.
- Porque no?
- No me admitieron. Así que esperare hasta el otro año para volver a presentar el examen de admisión.
- Es una lastima. Que planeabas estudiar?
- Psicología.
- Es una gran profesión.
- Si, pero será hasta la próxima. Nunca te pregunte, que haces tu Estefan?
- Soy un mantenido. Mi padre es empresario y hace solo un par de meses llegué a Monterrey.
- De verdad? Quieres decir que, solo vas a bares y es todo?
- No es tan fácil como suena. A veces le ayudo a mi padre en sus negocios, mi hermana si es una holgazana de primera.
- Tienes una hermana?- pregunte imaginándome como seria.
- Si, Alice.
- De verdad?!-pregunte sorprendida.
- Si, hace cinco meses mi madre murió y nos mudamos desde Guadalajara hace tres meses.
- OH, lo siento-me disculpe.
- Esta bien.- dijo una sonrisa reconfortadora.
- Y a que se dedica tu padre?
- Es agente de bienes raíces, pero mas bien es dueño de miles de terrenos por todo México. Es dueño de la casi toda la zona de bares de la ciudad.
- Eso es grandioso pero entonces hace mucho que no conoces a los demás chicos, cierto.
- Pues no, los conocí en el bar de la otra vez.
- Es grandioso, así puedes conocer a muchas personas.
- Abandone muchas cosas en Guadalajara y siempre las extraño. Fue el lugar donde crecí y así como tuve buenos momentos, tuve malos. Pero lo mejor lo encontré aquí.-contesto con una mirada que me dejo helada.
- No me imagino porque.

Así paso toda la noche, contando anécdotas de cuando Estefan vivía en Guadalajara y ahora en Monterrey. Nos conocimos mucho mejor y me di cuenta de que Estefan era un chico muy sensible y dulce pero con su apariencia, lo único que trataba era mitigar la soledad en la que se encontraba su alma. Hablamos de música y poesía, incluso menciono presentarme con su amiga Cony de la galería para enseñarle la mayoría de mis fotografías ya que seria estupendas según Estefan. Después de la cena Estefan me llevo a mi casa…

- Fue una noche, maravillosa.- dijo Estefan estacionando su auto en la acera frente a mi casa.
- Si.
- Esta noche hará calor, deberías dejar abierta una ventana para que entre el aire.
- Seria mejor que un murciélago entrara por mi ventana pero claro, eso es imposible.
- Tal vez esta noche tengas suerte.- dijo con una dulce sonrisa en sus tan deseables labios.
- Claro- conteste como una tonta, me quede mirando a todos lados esperando…algo!
- Nos veremos pronto Carol.

Estafan solo beso mi mano y yo baje completamente decepcionada, acaso lo tenia que haber besado yo! Entre a mi casa y mire mi celular tenia 10 llamadas perdidas de July. Después vi un mensaje:

En donde te metiste Carol! Más te vale que mañana me llames para darme una explicación.


Apagué el celular y me di una ducha rápida. Después me di cuenta que era cierto esa noche hacia mucho calor así que abrí una ventana pero después de unos instantes de no ver ningún murciélago entrar, me fui a la cama. Esa noche pude dormir con mucha paz, parecía una noche igual que la demás pero a mi me parecía la mas hermosa de todas.. A la mañana siguiente me levante temprano, 6:00 a.m. y no fue por mi gusto sino que el calor había aumentado, deberíamos de estar a mas de 40°. Encendí el televisor para ver la temperatura, pero solo marcaba una temperatura de 32° algo muy bajo en una ciudad donde el termómetro llegaba a los 38° casi todos los días. Rápidamente fui al baño para darme un baño con agua fría y poco a poco el calor fue pasando, pero después vi unos pequeños rasguños desde el cuello hasta mi hombro de los cuales no recuerdo haberme hecho ninguno. Cuando salí de la ducha eran las ocho y ya que no tenía nada que hacer encendí mi laptop y empecé a escribir en mi novela

No hay comentarios:

Publicar un comentario