domingo, 16 de agosto de 2009

Caminamos hasta una calle sin salida, Estefan abrió la puerta de una vieja casa y entramos.

- Que es este lugar?
- Pregunte una vez ya dentro.
- Es mi propio guardarropa.
- Tu closet esta a una calle del bar?
- Si- contesto encendiendo la luz. Había un vitral lleno de joyas, zapatos y ropa.
- Wow! Y todo esto, es tuyo?
- Bueno yo no uso vestidos, ni faldas, no corsés, mucho menos joyas. Todo lo compre hace meses. Para cuando llegara este momento.
- Siempre tan calculador- respondí.
- Anda, usa lo que quieras.
- Y que te quedaras aquí?
- Te esperare afuera- respondió Estefan y salió.

Había tantas cosas hermosas, algunos vestidos eran demasiado cortos y sexys. Las joyas se veían muy costosas pero solo un anillo con diamantes negros llamo mi atención. Después decidí darle un pequeño regalo a Estefan busque una minifalda negra, un top negro con cintillas blancas y unos hermosos zapatos altos que pensé que al usarlos me caería pero no, podía caminar perfectamente no fue como la primera vez que use mis enormes botas y casi me caía. Pero algo muy extraño entré salía en todas esas cosas, ese tipo de ropa que usan las mujeres cuando hacen el amor con sus maridos. Estaba a punto de salir a golpear a Estefan pero también estaba sonrojada, era mejor que tranquilizara mis sentimientos antes de que el los notara, eso si lo mas extraño de todo era que no había ropa interior, frente a mi estaba una pared cubierta con una manta, deslicé la manta para ver que había detrás y estaba un enorme espejo. Frente a mi relucía una hermosa chica, tal vez la mas perfecta en el planeta como tanto lo había dicho Estefan, su pálida piel relucía incluso mas que los diamantes que se encontraban detrás de ella. Su hermoso cabello negro brillante caía como cascada sobre la espalda, era como siempre lo había soñado tener. Sus ojos rojos estaban pasando a color azul. Un perfecto rostro y su cuerpo era perfecto como recién esculpido por el mejor artista. Como algo tan bello podía existir, como esa persona podía ser yo. Mi cabello ondulado, mis ojos grises, mis imperfecciones habían desaparecido. Mi bronceada piel ahora era pálida pero la mas hermosa de todas. Podía ser cierto lo que decía Estefan, yo podía ser ahora la mujer mas hermosa del mundo? Me acerque a la puerta y la abrí. La luna brillaba en el cielo y Estefan se encontraba recargado en una pared en mi espera, la luz hacia brillar sus ojos azules y esperaba que algún día los míos fueran tan hermosos. Una ola de pasión me inundo e incluso mi piel se pudo erizar, como había adivinado la ropa que había elegido le encantaba a Estefan.

- Tan perfecta y solo mía…-pensaba Estefan. Yo solo hice un intento vago por sonreír.
- Porque tienes de todo ahí dentro pero no tienes ropa interior?
- Bueno…no podía adivinar tu talla.
- Pero todo lo demás me queda perfectamente.
- Ya lo veo. Pues no se…creo que esas compras debes hacerlas tu sola.
- Bueno y que acaso tu no usas?
- Eh conocido a muchos que no lo hacen pero a mi me parece algo incomodo.- contesto levantándose la playera y la tira del bóxer saltaba a la vista.
- Ah…conteste rodando los ojos por ver las perfectas abdominales de Estefan, cosa que a el le causo gracia.
- Ya veo que te gusto ese anillo.-dijo observando mi mano.
- Es hermoso- conteste mirándolo.
- Sabes ese lo elegí para que fuera nuestra sortija de matrimonio.
- Que! Matrimonio! Estas loco!- conteste quitándomelo del dedo.
- No te lo quites! Es tuyo, solo…era una broma.-contesto triste.
- Odio los anillos de…
- Matrimonio, lo se.
- Claro se me olvidaba que te la pasabas vigilándome.
- Se todo sobre ti Carol. Incluso podía decir que te conozco mejor de lo que tú te conoces.
- Si claro.
- Es verdad. No te gustan los anillos porque tu amor platónico esta casado.
- Ni lo menciones. Pensándolo bien...
- No puedes conocerlo.
- Celoso?
- En parte, pero tu también tienes miedo de conocerlo, tienes miedo de matar a su esposa.
- Ahora tengo la fuerza suficiente para hacerlo.
- Pero sabes que le harías daño a…
- No digas su nombre!
- Es un anciano! Como puede gustarte!
- Parece que estoy escuchando a July! Déjame en paz-grite enfadada.
- Además tu eres mucho mayor que el!- lo defendí una vez mas como tantas veces ya lo había hecho de July.
- Buen punto.- contesto mientras avanzábamos por las calles, de pronto la había mucha gente en la calle por supuesto porque era una zona llena de bares
- Espera, tenemos que volar.
- Porque? Quiero caminar.
- La policía te busca, estas desaparecida. Tenemos que esperar unos años antes de que puedas salir a la calle.
- Pero que dices, ni siquiera parezco yo. Antes era…
- Que dices! Siempre fuiste la mujer mas hermosa Carol!
- Si lo que tu digas pero ni si quiera era mujer, apenas tengo 16 años…por siempre. Tendré 16 años por siempre.- me quede perpleja ante mis propias palabras, siempre seria una adolescente. Antes tenía tanto miedo a envejecer y ahora siempre seria así.
- Te entiendo, es genial nunca crecer como Peter Pan.
- July…-dije al darme cuenta de que ella era humana.
- La promesa…-decía sin darme cuenta de mis palabras.
- Estoy seguro de que no vas a querer cumplir esa promesa.-dijo Estefan y era cierto. La promesa que habíamos hecho de convertir a la otra en vampiro si una ya lo era, antes era solo un juego pero ahora. Ahora sabía lo doloroso que era, dejar a las personas que amabas y entregar tu alma pero sobre todo morir. Dejar de escuchar los latidos de tu corazón. Aun no podía sentirme tranquila y yo no podía hacerle algo así a July. No podía quitarle el alma a July como Estefan me lo hizo a mí. Me quede congelada ahí en la calle, muerta estaba y muerta estaría por siempre, la ira se apodero de mi y tome a Estefan por el cuello.
- Como pudiste hacerme esto! Como!- sentía un gran odio dentro de mi y lo único que deseaba era matarlo.
- Tranquila…-decía Estefan mirándome fijamente, estaba tratando de controlar mis sentimientos y lo logro. Era un vampiro muy poderoso pero algún día también lo seria yo.
- Vamos conviértete en murciélago y vallamos con July.-dijo suavemente y obedecí. Después de volar por la ciudad llegamos a casa de July y yo estaba mucho mas tranquila que antes.
- No vuelvas a hacerme eso.-le dije a Estefan cuando ya estábamos en forma humana.
- Nunca más, solo si vuelves a intentar matarme- contesto.

Nos acercamos a la casa de July y como siempre tenia la ventana abierta…

- Como me le acerco?
- Solo háblale y ella ira recordando lo que sucedió en el bar poco a poco.
- Si necesito ayuda…
- Estaré aquí afuera.

Me acerque a su recamara y la llame, ella se encontraba dormida en su cama…

- July…-decía suavemente, casi un soplo como el viento. Ella poco a poco se fue levantando y me vio en su ventana.
- Carol…-dijo aun con los ojos cerrados.
- July!-dije esta vez más fuerte.
- Carol!- grito July con los ojos abiertos y corrió hacia mi.
- Que haces ahí? Entra! En donde te habías metido.- decía July enojada, no sabia que hacer mire rápidamente a Estefan y…
- Solo deslízate lentamente por la ventana, no quedaras asustarla.
- Yo…tenemos que hablar- dije entrando por la ventana quedando junto a ella.
- Carol te eh extrañado estos días!-gritaba July abrazándome.
- OH!-grito espantada por tocarme, mi piel estaba helada.
- July…recuerdas algo. Lo que sucedió en el bar, lo recuerdas?
- Que? Te ves…
- July! Lo recuerdas.- trate de leer la mente de July pero solo estaba confundida. Pero imágenes empezaron a llenar su mente y pudo ver todo lo que había sucedido.
- OH Carol! Por Dios que sucedió! Fue horrible ellos…los mataron! Eran…vampiros! Y tu…tus ojos.
- July tranquila todo paso! Yo…
- Estefan, yo vi como te besabas con el entonces me enoje! Porque te besabas con el! Me acerque a ti pero un tipo me empujo y caí debajo de una mesa, todos empezaron a correr y a gritar. Tu también empezaste a gritar, vi como mordían a Luisa y caía muerta! Carol que sucedió, ellos eran…
- Vampiros July.
- Que horrible! Pensando que todo eso era hermoso y fue horrible! Pero porque desapareciste! Recuerdo que me llamaste pero después...me desmaye y no recuerdo nada mas!
- July tal vez esto suene extraño…pero Estefan es un vampiro.
- Que! No…pero el y tu…
- Recuerdas la noche anterior que no conteste tus llamadas, yo había salido con el pero como no paso nada pensé que no importaba decírtelo.
- Pero tu sabias que me gustaba!
- Si pero no paso nada! Después me dijiste que iríamos a su despedida, pero no sabia que la despedida era para mi!
- Que? Que estas tratando de decir?- decía July asustada
- July, Estefan y Alice son vampiros, Estefan me mordió.
- Carol!- los ojos de July se llenaron de terror y tenia miedo, estaba horrorizada no era la expresión que hubiera hecho como imaginaba que seria. Pero que pensaba! Era lo peor que me había pasado en mi vida! July no podía estar cerca de mi, yo era un monstruo.
- July! La Carol que conociste no existe mas! Yo pensé que el monstruo era Estefan pero…mírame! También soy un monstruo! Estoy muerta! Muerta July!
- No, no lo eres. Eres Carol, mi mejor amiga.
- Que?-ahora que estaba haciendo me estaba consolando, me tenia compasión- Porque me tienes compasión!
- No. Claro que no. Esto…es grandioso! Fue lo que siempre soñamos!
- Estas loca July! No entiendes nada! Lo odio! Me odio!- me estaba poniendo furiosa, July me abrazaba y podía sentir su sangre tibia correr por sus venas, dulce y peligrosa. Estefan…era en lo único que podía pensar.
- Carol aléjate de ella!- grito Estefan entrando a la habitación y sujetándome.
- Ah.- Se quejo July al caer. ­­-Estefan! Tu aquí en mi habitación! Un vampiro! Unos…-July nos miraba sorprendida, Estefan me tenia sujetada en sus brazos fuertes y yo solo escondía mi rostro entre su pecho. Lentamente saque mi cabeza y mire a July avergonzada, había tratado de morderla…
- Se ven tan bellos juntos. Perfectos- decía July como una tonta. Me sorprendí al ver su reacción pero más por la alegría de vernos juntos. El cuerpo de Estefan me sujetaba con fuerza, me gire lentamente para ver su rostro y tenia una tierna mirada de niño mirando un juguete en el aparador. Se sentía feliz por lo que July dijo.
- Que! Como dices eso si estoy muerta! Estamos…muertos!- grite empujando a Estefan.
- Mírate Carol! Eres tan bella, eres perfecta. Tu cabello, tu rostro y tu cuerpo todo es perfecto! A excepción de esos ojos que dan miedo.
- No, no, no!- decía asustada por los pensamientos de July.
- Oh, que envidia que Estefan te eligiera para ser su compañera. Como desearía ser tú. Tanto que imagine ser un vampiro y ahora mi mejor amiga lo es! La promesa...
- Ni lo pienses! Nunca cumpliré esa estupida promesa!
- Que? Si! Lo prometimos Carol! Que si Estefan me hubiera elegido a mi…
- Eso nunca…-pensaba Estefan.
- Si el te hubiera elegido créeme que hubieras decidido lo mismo. No es lo que imaginábamos July!
- Entonces! Que es? Vivir eternamente junto al mas perfecto de los chicos, el amor de tu vida!
- Pero yo no lo amo!- grite histérica.
- Carol, no por favor no digas eso que atormentas mi alma.
- Nosotros no tenemos alma! Esto…no es como quería que sucediera. Ahora se que lo Destiny sintió cuando Renz la quería obligar a vivir eternamente a su lado- gritaba de nuevo sintiendo la ira en mi.
- Calma amor mió, todo pronto pasara. No puedes huir de nuestro destino…-decía Estefan calmándome. Estaba usando sus poderes en mí y lo había logrado.
- No- dije cayendo como en un sueño.
- Calma, no quieres que July se ponga como loca y busque a algún vampiro. Créeme que hay muchos que la morderían para convertirá, acaso quieres eso?
- No- conteste respondiendo a su pensamiento.
- Ustedes tienes poderes telepáticos que?- preguntaba July confundida.
- Tu July, duerme esta noche tranquila, no pienses más en este asunto y no cometas ninguna locura. Carol pronto volverá a verte.- decía Estefan mirando fijamente a July mientras que ella pensaba en mil excusas para no obedecer pero Estefan era mucho más poderoso que la mente de una humana como July.

Salimos por la ventana en forma humana para luego volar hacia el bar. Entramos por la ventana de la habitación volviendo a forma humana. Ya no sabia ni que pensar, July decía que no era tan malo y la verdad era que había mas razones positivas de ser vampiro que de ser humana. Pero siempre había soñado con que seria con el chico que amaría para la eternidad y yo no amaba a Estefan, o si?

- Confundida, pequeña amada mía?-pregunto Estefan orgulloso de la confusión que había provocado July en mi.
- No- conteste tratando de sonar segura, pero sabia perfectamente que no pervivirá de nada.
- Pero que te cuesta admitirlo Carol!- Estefan tomo mis manos entre las suyas tratando de usar sus poderes.
- No! Te dije que no lo hagas!-grite soltándome
- Acaso tienes miedo?
- No!
- Entonces…-dijo en un suspiro oliendo mi cabello.
- Suéltame!-grite apartándome. Podía escuchar las burlas de los demás afuera de la habitación.
- No te avergüenza que se rían de ti porque me ruegas?
- Lo único que me importa eres tú y lo sabes- decía con una mirada triste. Su dolor era tan fuerte que incluso me deprimía a mí. Pero…
- Tienes hambre.- dijo Estefan al sentir mi sed.
- Si- conteste avergonzada.
- No te sientas mal, es algo natural. Pero que idiota se me olvido que tú necesitas mas sangre que cualquier otro vampiro. Tan dulce y pequeña mi Carol.-decía Estefan acariciando mi cabello.
- Iremos a cazar?
- No. Esa solo es una enseñanza que debe tener todo vampiro. Pero ya no estamos en la edad media o algo parecido para cazar. Existen bancos de sangre y hay otros vampiros que se encargan de distribuir la sangre para nosotros por todo el mundo.
- Entonces?
- No me quieres a tu lado, pero me necesitas.-decía orgullosamente.
- Eres mi creador, no?
- Si pero también soy tu amado.
- Yo no te amo.
- Eso dices, por ahora. Este bar también sirve a vampiros, aunque no lo creas hay muchos en esta ciudad. A los vampiros les agrada mucho México.
- Que no prefieren Europa o algo así?
- Es algo aburrido y esto es América, las mujeres más bellas viven aquí. Lastima que la más hermosa de todas sea la mía.
- Si lo que digas.- conteste irónicamente.
- Sabes que toda esa revolución de los escritores por las novelas vampiricas ayuda mucho al negocio. Así como tu, por leerlas les empieza a gustar lo gótico y descubren lo hermoso que es vivir en este mundo. Aunque algunos solo lo hacen para conocer a chicas hermosas.
- No digas eso porque yo podría ser una de esas.
- Claro que no. Te encanta la poesía, siempre fuiste un alma vieja en el cuerpo, hermoso cuerpo de una niña.
- Nunca tuve muchos amigos, siempre me llamaban extraña.
- Lo se. Te entiendo. Cuando existían los hippie, yo era uno de esos que luchaba por la libertad, era sencillo siendo vampiro. Pero nunca me gusto usar esa ropa colorida y era extraño ver a un hippie con botas de combate y vestido de negro.
- En la adolescencia se pasa por muchas etapas, pero al final de la búsqueda siempre se encuentra lo mejor. Ahora yo soy gótica…bueno ahora soy vampiro pero…
- Aun lo eres, no todos los vampiros son góticos. Algunos gustan de vestir siempre a la moda.
- Prométeme que nunca me dejaras vestir así!-grite asustada imaginándome en tacones rosas con faldas color pastel y cosas coloridas.
- Siempre te veras hermosa, como sea que te vistas.
- Mejor vamos por comida.- conteste antes de que empezara con sus frasecitas de amor.

Bajamos al bar que ya estaba lleno de chicos góticos. Muchos nos miraban al vernos pasar. Las chicas miraban con deseo a Estefan y los chicos a mí. Me sentía extraña de provocar todos esos sentimientos pero a la vez me sentía contenta, por su parte Estefan miraba con odio a los chicos que me miraban.

- Te gustaría bailar- dijo un guapo chico a mi lado. Era alto, cabello rubio y largo con unos hermosos ojos verdes.
- Ahh…-no podía concentrarme sus pensamientos junto con los de Estefan y todos ahí me volvían loca.
- Lo siento, ella viene conmigo- respondió Estefan interponiéndose.
- Imbecil- escuche en el pensamiento del chico.
- Será hasta la próxima- le conteste al chico con una dulce sonrisa.
- Es tan bella…- pensaba el chico, camine junto con Estefan y nos sentamos en la barra.
- Que vas a tomar?- preguntó una mujer a Estefan.
- Dos Royal Blood.
- Aquí están- dijo la mujer entregándonos dos copas grandes. El dulce sabor de la sangre rápidamente llego hasta mí. Solo lo tome y bebí desesperadamente hasta que no quedara ni una sola gota y lo único que había provocado era abrir mi sed de sangre. Estefan me entrego su copa y bebí hasta saciar mi sed mientras el se sentía satisfecho porque ya me estaba haciendo a la idea de lo que era, un vampiro. Nos sentamos en silencio miranda los demás chicos bailar, bueno eso hacia yo porque el me miraba, contemplando mi belleza así como lo hacían los demás. Escuchaba sus pensamientos llenos de deseo hacia mi incluso lo podía sentir, era tan extraño pero al mismo tiempo me gustaba ser admirada, nunca lo hicieron y ahora, era fantástico sentirse tan deseada. Pero eso era muy egoísta de mi parte, en verdad yo no era así, Estefan me había creado mi belleza solo era una trampa. La música sonaba y era lo único que me tranquilizaba, de pronto empezó a escucharse una canción de Rob Zombie, amaba esa canción!
- Quieres bailar?- pregunto Estefan, en verdad me conocía sabia que amaba esa canción.
- Si!- conteste alegre tomando su mano y nos dirigimos a la pista. Era fantástico, olvidaba por completo mis problemas y solo me movía al ritmo de la música. Estefan aprovecho la oportunidad y se acerco a mi, estaba pegado a mi cuerpo como un gusano baboso! Sintió mi enojo y se alejo un poco pero…que mas daba! Si era inmortal tenia que disfrutar mis días en este mundo. Me le acerque y rápidamente me olvide de todo, me entregué a la música y a Estefan. El tomaba mi cintura y yo me sostenía de el, sentía la excitación recorrer en nuestros cuerpos, la noche nos regalaba un manto de oscuridad pero lo que necesitábamos era privacidad. No! No quería y no podía entregarme a el, era imposible olvidar lo que me había hecho, pero la pasión se apoderaba de mi y lo necesitaba sus besos, sus caricias, su cuerpo, el quería que me entregara a el, era lo único que deseaba y me contagiaba la sed de tocar su cuerpo tan perfecto. Mi alma lloraba de dolor pero yo necesitaba, lo necesitaba. Tocarlo, tenerlo para mi y solo para mi.
- Vamos…entrégate, serás mía Carol, mía y de nadie mas así como yo seré tuyo te lo prometo. Esto será lo más hermoso más que cualquier luna en una noche oscura y secreta.

Era tan seductora su mirada, su sonrisa, todo en el era tan perfecto y seductor. Quería entregarse solo a mí de una forma tan especial como nunca lo había hecho. Cada noche que el había deseado tenerme yo también lo había hecho aunque yo no supiera que el existía. Pero el estaba ahí, en la oscuridad esperando por mi y por mi alma. Era una desgarradora tentación.

- Disculpe!- grito una pareja al golpearnos.
- Ahh…-dijimos los dos después sentir que lo habían hecho apropósito. El chico junto con su novia nos deseaban por eso nos empujaron para sacarnos de nuestras oscuras pasiones. Y mi pasión había desaparecido pero fue lo mejor, sino me hubiera dejado llevar y hubiera cometido una locura.
- Vamos…-dijo Estefan pegándose a mi tratando de seducirme nuevamente.
- Creo que mejor no- dije separándome de el.
- Voy por algo de tomar!-dijo ahora enfadado.
- Maldita sea sino hubiera sido por esos ahora estarías entre mis brazos como tanto lo deseo. Llevo tanto tiempo esperando encontrar a alguien y ahora que la tengo…porque! Se que una hora mas no me hace daño del que ya me has hecho, OH carol porque no puedes amarme!
....

No hay comentarios:

Publicar un comentario